La danza muy física y precisa de Noone aparece al servicio de una idea narrativa: seis personajes se encuentran en un espacio cerrado en el que observamos las relaciones que se van tejiendo entre ellos. Es una coreografía que habla de las relaciones humanas y en la que los bailarines muestran sus diferentes personalidades, montando un tapiz de identidades fáciles de reconocer. Destaca también en The Room la escenografía: por un lado la habitación diseñada por Max Gaenzel y Estel Cristià, formada por grandes paneles en tonos grises degradados, y por otro los 115 cojines de fieltro que dan mucho juego para la interpretación.
The Room es una propuesta de formato grande de la TND que se ha desarrollado en tres fases de producción a lo largo de 2008, 2009 y 2010.
El público de los espectáculos de Noone suele apreciar la calidad de todos los elementos del espectáculo, las texturas contemporáneas y la contundencia del movimiento, siempre potente y arriesgado.
Con The Room, Thomas Noone sigue en su búsqueda de nuevos lenguajes mientras mantiene la singularidad de su estilo físico y virtuoso.
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