Inspiradas por el cuadro “Golconda” de Magritte, las bailarinas Ludovica Zoina y Vivian Friedrich nos sugieren plantearnos una de las preguntas implícitas en el cuadro del pintor surrealista: Como pensar al individuo en una sociedad donde la multitud parece absorberlo todo? Suspendidas en el aire entre cielo y edificios, las bailarinas invitan al espectador a mirar hacia arriba y a perderse en el imaginario de un “cuadro viviente” hecho de danza aérea, ilusiones ópticas y poética audiovisual.
Tal y como propone Magritte con su “Golconda”, ambas nos llevan de la mano para volar con ellas e imaginarnos en el cielo, dejando en evidencia el recurrente deseo de escapar, suspendidos en el aire, cerca de las nubes y caminando sobre edificios. Ese mismo deseo que nos permite abstraernos de la multitud para sorprendernos con nuestras singularidades.
El dúo aéreo juega con la similitud de sus imágenes como si fuera una totalidad y al mismo tiempo dos personas diferentes. Una confrontación entre dos cuerpos aparentemente miméticos y sincrónicos… pero qué ocurre cuando uno de los personajes empieza a moverse de manera distinta? Quizás somos, tal como el cuadro de Magritte, una lluvia de personajes, los unos iguales a los otros , en busca de nuestra propia identidad?
Una ilusión de la Golconda es un espectáculo que, de manera sútil y un tanto irónica, juega con la paradoja del ser humano en su afán de pertenecer “a algo” y su pretensión de singularidad.
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