Un espectáculo de “parkour” en fachadas que utiliza como partitura la arquitectura, los espacios públicos y los edificios.
El coreógrafo Antoine Le Menèstrel es un escalador consumado. Escala fachadas urbanas, salta de una ventana a otra, baila sobre paredes y techos. Traza su propia línea de vida en las alturas de la ciudad, tocando el cielo. Con el jefe en el aire, lo seguimos, sorprendidos de verlo tan ágil, tan libre.
Entre acrobacias, danza y mim crea un nuevo diálogo con la ciudad y su arquitectura, haciéndola más bella, más accesible, jugando con sus asperezas, sus trabas, los contornos de sus edificios y las sombras que emergen en sus rincones. A veces desaparece para reaparecer algo más lejos, algo más arriba, o entre el público, que saborea esta inédita experiencia con el vacío, sin experimentar el más mínimo vértigo.
En ‘Lignes de vie’, junto a cinco bailarines y un músico, nos da una dimensión polifónica a la conquista de sus sueños de altura. Qué huella dejamos de nuestra vida?
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