Indonesia, Filipinas, Malasia… Si viajáis por alguno de estos países y, al lado del mar, es muy posible que acabéis conociendo un badjao o bajau, miembro de un pueblo singular que hace generaciones que vive del mar. Están especialmente acostumbrados a sumergirse a mucha profundidad y, por lo tanto, necesitan hacer un uso intensivo de los glóbulos rojos, que acumulan el oxígeno. Es por eso que se les ha desarrollado extraordinariamente un órgano que parece que tiene que ver con esta acumulación de glóbulos rojos: el bazo. Bajau es, también, el nombre del nuevo espectáculo que propone la compañía Ponten Pie y que nos recuerda que vivimos en el agua, o en un medio líquido, desde que la primera de nuestras células se divide y hasta el momento en que nacemos. ¿No sería más normal que viviéramos permanentemente dentro del agua? ¿No es el hecho de experimentar sed, la señal de que algo no acaba de ir bien? Se lo preguntan los dos hermanos que protagonizan esta historia, en la cual el agua tiene el máximo protagonismo. Se preguntan cómo es que viven sobre la tierra cuando se han formado en el agua y querrían ser peces… o algo parecido. Por eso se pasan una buena parte de la función dentro del agua o muy remojados.
Efectos visuales, acciones de movimiento, las insospechadas aplicaciones escenográficas del agua y unas grandes dosis de poesía, son los ingredientes de un espectáculo con una dramaturgia potente y con un carácter sensorial y visual. Aquí, el teatro gestual y de manipulación de objetos, sirve para explicar una historia sin necesidad de palabras.
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