En escena, dos marionetas interpretadas por actores y el vestuario de los cuales no muestra rastro de piel humana.
Primero está el pequeño títere, el que nace ante nuestros ojos. Primeros movimientos desordenados, dificultades para mantenerse levantado, el neonato descubre las duras leyes de la gravedad.
Entra la segunda marioneta humana, ensartada sobre altas zancos y con una coraza que recuerda extrañamente a los pequeños personajes de madera articulados que se hicieron famosos gracias a una marca de productos para quitar el polvo...
Como un titiritero, el gigante tomará al pequeño bajo su ala y lo guiará en sus primeros pasos, encontrándole incluso un compañero de juegos elegido entre el público. Pero muy pronto, el niño querrá volar solo, para arrancarse de los hijos de un padre sobreprotector. Es destruyendo este último como el niño accederá a su propia existencia...
Espectáculo inédito en España.
Dirección: Éric Hervé
Intérpretes: Guillaume Chave y Éric Hervé
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