La obra cuenta la historia de Julia, una joven noble de veinticinco años hija de un conde, que durante la fiesta de Midsommar (San Juan) de su servidumbre, aprovecha que su padre está ausente y seduce a Juan, un criado por el que se siente atraída. Esa noche ellos consuman su amor, lo que resulta en un conflicto ya que la señorita Julia es una muchacha que ha sido criada por su madre para sentirse superior a los hombres, y con capacidad de tomar ella misma las riendas de la relación. La señorita Julia cree que el criado enamorado va a seguir este modelo en que su madre la ha educado a ella, pero no es así, lo que desata una serie de situaciones conflictivas entre los personajes; donde se muestran lo complicadas que pueden llegar a ser las emociones humanas.
En esta historia queda expuesta de forma sorprendente la lucha de clases y el poder, tanto por posición social como por género. Julia ejerce poder sobre Juan, porque es de una clase social más alta, sin embargo, Juan tiene el poder sobre esta, porque es un hombre. El conde, el padre de la señorita Julia (un personaje que no aparece en escena), ejerce el poder sobre ambos personajes porque es un hombre noble, el patrón de Juan y el padre de la señorita Julia. La historia transcurre durante una noche, dónde las peleas abundan y se van intensificando con el pasar de las horas. Lo que lleva a un desenlace trágico.
El dramaturgo sueco August Strindberg escribió la pieza a los 39 años, en una época en la que las relaciones con su esposa, Siri von Essen, ya estaban muy estropeadas. Por lo cual, la obra presenta muchos aspectos autobiográficos. Su esposa pertenecía a una familia de la nobleza finesa, mientras que él era hijo de un barón y una criada, situación muy similar a la de los protagonistas.
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