Poesía visual sobre la solidaridad, el medio ambiente y la amistad.
Una reflexión a 10 metros de altura, con zancos, danza aérea y acrobacias. Una metáfora de nuestro paso por el planeta.
En un universo distópico, que podría ser el nuestro, dos almas errantes, irreverentes y sedientas, coinciden con el guardián del agua. El, ceñudo y patizambo, tendrá que abrir su enorme corazón para recuperar el baile y la sonrisa. Ellas amorales e impertinentes, tendrán que aprender a comportarse. Los tres necesitan tanto el agua como aprender a vivir.
En esta historia todo se mueve, ondea, se balancea sinuosamente como un barco. El sistema, las emociones, los sentimientos….. son como el agua. Una obra sutil para aprender a cuidarse, cuidar el entorno y disfrutar en armonía.
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